¿Donde queda el cielo?

¿Donde queda el cielo?

sábado, 30 de octubre de 2010

LA ESCRITURA Y YO

 Depronto no es muy bueno escribir sobre esta aptitud. Primero porque sé muy bien cuando aprendí a escribir y no quiero hablar de lo que no tengo idea alguna. Tampoco porque no sé cuanto la considero como una aptitud. Si sólo el hecho de escribir las letras es difícil para muchas personas en el mundo, pero últimamente menos.

Cuando trato de recordar mis experiencias junto a la escritura me vienen demasiadas. Lástima que en ése momento las sufrí tanto. Sinceramente en el colegio, ya en bachillerato, es de donde vienen la mayor parte de mis recuerdos con la escritura que fueron motivados por mi profesora de español. Lo más común de ver en un colegio es que español no sea una materia de las difíciles y mucho menos la materia en la que todos los alumnos sufren y la que se puede compara el número de logros perdidos con una materia como Física o Matemáticas, que se tiende a pensar en estos momentos que son mucho mas importantes. Llegando al punto, Español era la con la que más sufría en el colegio. Sentarse a escribir, y sacar de donde usualmente no hay nada (la cabeza) todo un ensayo sobre algún tema que no me importaba era una de las peores experiencias del mundo, pero a pesar de eso sacaba adelante el ensayo y obtenía una buena nota.

Esto era casi siempre. Pero en estos momentos me viene un grato recuerdo que fue cuando la profesora Mariela nos puso a escribir un cuento de terror. Aquí sentí el verdadero poder de las letras. Ese día me senté en la sala de estudio de la casa y empecé a escribir sobre unos jóvenes que salían a acampar y a media noche se asustaban, porque algo empezaba a golpear la carpa desde afuera. Cuando estos jóvenes salieron corriendo uno de ellos se cayó porque algo que parecía una mano lo agarraba del pie. En este preciso momento mi celular sonó y brinqué de la silla y en un segundo ya estaba afuera del estudio. Estaba tan metido en la historia que todos mis sentidos estaban conectados con la ésta, al punto que estaba igual de asustado a uno de los personajes que yo mismo había creado.

Ya en la universidad, la escritura y yo nos hemos apegado un poco más ya que ahora el lenguaje escrito ha tomado una gran parte de mi tiempo para plasmar ideas y transmitirlas. Sin embargo, si pienso que puedo hablar de cuándo aprendí a escribir? Espero nunca lo logre aprender del todo porque prefiero descubrir las letras hasta su rincón mas oscuro y ver cómo actúa en su intimidad. No quiero dejar de tener mi propio conflicto con la escritura porque el resultado de mis confrontaciones siempre termina siendo aprendizaje, orgullo y un poco de lo que dejé de ser en el momento de terminar cada relato.

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